Gestos suspensivos
A tu cuerpo no le falta
ni le sobran las palabras.
Tu silueta, mujer,
ya lo ha dicho todo.
Y a falta de caricias,
Pues las he propuesto todas,
No me queda sino ofrecerte
Mis fantasías textuales.
¿Y qué se yo, de detener la primavera?
¿Y qué se yo, de evitar enamorarme?
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