La justificación de lo imposible

 ¿Cómo le digo a un volcan que no erupcione? 

¿Al abismo, que no huela a vértigo?

¿Es posible decirle al rayo, 

por favor o permiso? 


Uno intenta

uno puede hablarle al volcán, decirle:

"Mire, no hay problema, 

acá sobra gravedad".


Uno supone, 

creyendo que el abismo escucha

Pero devuelve el rumor 

en forma de eco diminuto.


"Volverás a saltar"

manifiesta;

"Volveré a ser idilio"

suspiro. 


¿Y cómo no? 

Si estas ojeras ya no son de insomnio...

Es exceso de destino 

queriendo encontrarme.


Ya no se que hacer con todo este cielo

Con tantas nubes sobre mi;

Me confunde 

Todo este tema de las estrellas de mar.


¿No se supone que el cielo 

queda en la garganta? 

¿No se supone que el alma 

queda en la mano derecha? 


Lo supe cuando al recordar tus nubes

Te atravesaste en la garganta; 

Lo otro siempre lo supe 

Porque no soy zurdo. 


¿Cómo justifico 

que tu cuerpo es una patria? 

¿A quién le explico

que sin ti soy solo exilio? 


Y ya no soy, 

aquel que quiere hacer historia...

Sobre tu cuerpo, a lo sumo, 

la justificación de este relato. 

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