#reflexionesdebolsillo IA - ad portas de la singularidad
Desde una perspectiva etimológica la palabra "imbécil" proviene del griego "bastón", es decir, de aquel sujeto que requiere de un bastón, un tercero o un elemento externo para poder sobrellevar su existencia. Teniendo en cuenta este concepto (del cual espero no salirme), es evidente que la tecnología genera, como resultado colateral e involuntario, una suerte de "imbecilización" del ser humano, pues la tecnología haría las veces de esta especie de elemento que nos permite tener una vida más sofisticada o menos compleja.
Sin embargo, el término cobra especial interés con la inteligencia artificial, pues es un desplazamiento ABSOLUTO de las funciones que antes nos resultaban naturales ¿Cuál va ser el efecto inmediato de esta imbecilización? ¿Nuestra identidad como seres humanos está directamente correlacionada con nuestra inteligencia?
El planteamiento anterior es importante, pues desde el punto de vista antropológico cambia el paradigma de la relación que tenemos con nosotros mismos, pues nos regimos y nos gobernamos conforme nuestra razón y de esas dinámicas propias del poder se crea todo nuestro sistema lingüístico y por ende cultural y si, ahora, esa "razón" será dada por una inteligencia ajena a nosotros, eso implica que nuestros nuevos principios no serán fundados única y exclusivamente por lo que pensamos sino por lo que esta entidad está pensando por nosotros ¿Estamos preparados para esa verdad?
Definitivamente, estamos ad portas de la singularidad.
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