El aburrimiento

Quisiera poder pintar ese monstruo de manera adecuada, pero no puedo. 

No hay palabras, ni teorías, ni los suficientes tecnócratas que puedan explicar este asesino silencioso. Lo hemos subestimado todo el tiempo, como la sombra en la rendija del armario, la cual asusta a los niños y a los gatos (y eso es decir demasiado). 

No puedo decir que sea un fantasma, su rastro es claro e inquieto, su monumento ha sido la historia misma de la humanidad: 

¿Acaso el mayor tirano no estaba aburrido? ¿Acaso Alejandro Magno venció el aburrimiento? ¿Cuántos muertes cantaron su himno silencioso? El nudo gordiano no se ha resuelto y, lo peor, es que ni siquiera lo sabemos. 

El aburrimiento es como un árbol enorme, tan grande y gigante que no sabemos que está ahí. El asesino uso sus manos o sus hachas porque estaba aburrido, porque la novedad va después del aburrimiento y la novedad, como necesidad, es absolutamente amoral. Cuando se quiere novedad se crean grandes imperios, pero también mueren gladiadores (incluso por la opinión del público). Pero la novedad no sería nada sin el aburrimiento, que la usa con sus hilos invisibles, hilos que pocos ven. 

Tampoco puedo decir que es un leviatán, como la adicción, pues esta no es invencible. El aburrimiento no pierde, no gana, simplemente es y eso lo hace insuperable. Hasta el monje que medita está siendo controlado por el aburrimiento. 

A esta altura del relato, me cuestiono ¿Los gastos se aburren? ¿Los colibríes están aburridos? ¿El árbol es aburrido? Y todo lo relaciono directamente con el razonar, el pensar. El futuro huele a aburrimiento, nos proyectamos y deseamos porque muy en el fondo estamos aburridos. 

Si pudiera definir ese demiurgo, pues ha intermediado entre nosotros y la eternidad de las cosas presentes, lo definiría como un vende sueños, vende vida, vende ilusiones. 

El artista primero estuvo aburrido, luego hizo arte. Me daré el lujo de contrariar a Descartes, no es porque pienso luego existo. No. Es porque estoy aburrido, luego creo el lenguaje y después pienso. Movimiento inicial. 

Este escrito no presenta al aburrimiento como algo bueno o malo, sino simplemente como el motor inmóvil. Así como los presocráticos tenían una obsesión por definir la creación, creo que mi tesis es que el aburrimiento es el punto arquimédico de la humanidad. El punto de fuga de Dios. Fue primero el aburrimiento antes que la luz (y no es blasfemia, creo que la humanidad es el aburrimiento experimentándose a sí mismo).

¡La creación creándose así misma! ¿Acaso comprendí esto cuando di vueltas sobre mi propio eje siendo un niño? El universo daba vueltas

y yo lo sabía

yo lo sabía

yo lo sabía. 


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