Argumento de parte

Pensar es una condena. ¿Por qué no ser como aquel pájaro que solo se preocupa por su nido? ¿O como aquella golondrina de amores eternos? ¿Por qué no ser una babosa, así, toda lenta y llena de arena? ¡Cuánto quisiera ser una ballena, un pez, tener una memoria de 5 minutos y vivir en una eterna novedad! Pero no, me tocó pensar. Una flor no es una flor como lo es para la abeja, una flor es una oportunidad, un recuerdo, un olor que no es ajeno a nosotros y de lo que escribimos incluso un poema. Digo yo, ¿para qué? ¿Para qué pensar? ¿Para sentirnos acosados por el destino cuando lo superficial nos llama? ¿Parciales? ¡¡¡Qué parciales!!! ¿Trabajo? ¡¡¡Qué trabajo!!! Que rico sería salir, caminar desnudo y solo comer y rumiar... esa debería ser la evolución del hombre, que fuera desprovisto de la razón. Así la violencia no sería violencia sino simple naturaleza; la barbarie dejaría de ser barbarie y toda esa porno cultura moriría con nuestra razón. Pero no, un amanecer no es solo un amanecer sino una necesidad, una lagrima, algo de lo que los caimanes y las orcas (afortunadamente) aún no se enteran.

Comentarios

Entradas populares