Virtud del iconoclasta
¿Y quién, si no soy yo,
podrá cerrar los ojos
por mi?
La posibilidad de entrever un mundo
con los parpados cerrados
pareciera un planteamiento apenas teórico,
casi que romántico,
empero,
creo en la inevitable posibilidad
que dicha fantasía plantea.
Esta posibilidad
ética
-casi estética-
nos permitirá guiarnos
no según la apariencia,
sino,
por la diferencia.
He ahí, la virtud de lo invisible
he ahí, las consecuencias del silencio
nos permite contemplar
lo que no se ha dicho.
Así, el agua no será de aquel u otro color,
no será de este u otro río,
no será maldita ni bendita,
sea lluvia o sea charco,
sea turbia o sea frágil,
será siempre milagro.
Cerrar los ojos...
La sombra se vuelve escenario
y el vacío se hace obvio.
De repente
contemplamos el vacío
y asumimos las consecuencias
del sigilo...
Ignorar es contemplar;
callar, es permitir que las verdades
pierdan forma
así, solo así
lo real
hace presencia.
Gracias
¡Oh duda!
Que admiras la "certeza" con humor
y me haz permitido
admirar tan noble gesto.
Gracias, ¡Oh duda!
pues haz sometido
a quienes creen tener la verdad.
Todo arte, empieza por una duda
he aquí mis pohemios, mis dudas.
Ninguna certeza, ha de ser arte.
¿Cómo puede ser arte, lo qué nos dice como pensar?
¿Cómo puede ser arte, tanta comodidad?
En la duda nace
un fuego,
una pregunta,
una constante evolución;
el hombre que se vuelva bestia
la bestia, que se vuelve poeta.
¡He ahí mi oda al signo de pregunta!
A pesar de los signos de exclamación en este escrito,
he de confesar
que adolezco de esos signos.
Hacen falta en mis escritos
mas preguntas,
mas interrogantes.
Así, solo así
extasiado entenderé
que todo se responde
desde la duda.
Por ahora, he aquí el poema
la duda, la incertidumbre
la pregunta que jamás
he de contestar:
¿Para qué el por qué?
No lo se...
y lo sé.
Fueron necesarios, dos Fazil Say - Black Earth para este poema. Gracias, maestro.
podrá cerrar los ojos
por mi?
La posibilidad de entrever un mundo
con los parpados cerrados
pareciera un planteamiento apenas teórico,
casi que romántico,
empero,
creo en la inevitable posibilidad
que dicha fantasía plantea.
Esta posibilidad
ética
-casi estética-
nos permitirá guiarnos
no según la apariencia,
sino,
por la diferencia.
He ahí, la virtud de lo invisible
he ahí, las consecuencias del silencio
nos permite contemplar
lo que no se ha dicho.
Así, el agua no será de aquel u otro color,
no será de este u otro río,
no será maldita ni bendita,
sea lluvia o sea charco,
sea turbia o sea frágil,
será siempre milagro.
Cerrar los ojos...
La sombra se vuelve escenario
y el vacío se hace obvio.
De repente
contemplamos el vacío
y asumimos las consecuencias
del sigilo...
Ignorar es contemplar;
callar, es permitir que las verdades
pierdan forma
así, solo así
lo real
hace presencia.
Gracias
¡Oh duda!
Que admiras la "certeza" con humor
y me haz permitido
admirar tan noble gesto.
Gracias, ¡Oh duda!
pues haz sometido
a quienes creen tener la verdad.
Todo arte, empieza por una duda
he aquí mis pohemios, mis dudas.
Ninguna certeza, ha de ser arte.
¿Cómo puede ser arte, lo qué nos dice como pensar?
¿Cómo puede ser arte, tanta comodidad?
En la duda nace
un fuego,
una pregunta,
una constante evolución;
el hombre que se vuelva bestia
la bestia, que se vuelve poeta.
¡He ahí mi oda al signo de pregunta!
A pesar de los signos de exclamación en este escrito,
he de confesar
que adolezco de esos signos.
Hacen falta en mis escritos
mas preguntas,
mas interrogantes.
Así, solo así
extasiado entenderé
que todo se responde
desde la duda.
Por ahora, he aquí el poema
la duda, la incertidumbre
la pregunta que jamás
he de contestar:
¿Para qué el por qué?
No lo se...
y lo sé.
Fueron necesarios, dos Fazil Say - Black Earth para este poema. Gracias, maestro.
Comentarios