Breve apreciación de las palabras -comentarios-

La relación que existe entre el ser humano y el lenguaje no deja de sorprenderme. Está claro que lo primordial entre uno y otro es de mera supervivencia, pues el lenguaje al principio fue creado con la necesidad de contar determinados bienes y demás. Sin embargo, con el tiempo paso no solo a ser un tema de enumerar, sino, de describir. Descripción y tacto pasaron a sumergirse y trajeron como resultado el inevitable laberinto de idiomas, lenguas, y otras manifestaciones comunicativas que hoy en día existen. Este punto es bastante relevante, pues la descripción, que es una expresión del tacto, es algo subjetivo a quien describe, como la descripción es el lenguaje en sí mismo, de cierta forma cada lenguaje vendría siendo subjetivo, en el entendido que responde a la descripción de un hecho y esa descripción es subjetiva a cada pueblo determinado. Lo que digo es una mera reproducción de lo que muchos filólogos ya saben -reproducción, además, bastante reducida- sin embargo, me es necesario plantear dicha premisa a efectos de poder introducir el tema que intento manifestar:

¿Hasta qué punto las cosas o los fenómenos pueden existir, sin el lenguaje? ¿Puede existir algo a pesar de que no lo pueda describir? Por ejemplo ¿Puedo observar un gesto de solidaridad y compasión sin describirlo, sin detallarlo, sin categorizarlo y aprisionarlo en el lenguaje, solo observarlo desinteresadamente?

Mi pregunta mas allá de ser capciosa, busca generar un posible escenario en la mente de quien lee y es que el ser humano muy a pesar de su ego y su necesidad de encasillarlo todo, puede darse el lujo de contemplar algo desinteresadamente. Empero, soy consciente de que el nivel de consciencia que requiere este tipo de observación es un nivel superior ajeno a la condición humana promedio. Incluso, yo sé sobre este fenómeno pero aún no lo comprendo, pues no práctico este conocimiento, aún me cuesta observar los acontecimientos sin tener que definirlos, solo observarlos, pues me da cierto temor volverme insensible ante ciertos acontecimientos, y, ese equilibrio, supongo, es que el que nos imposibilita observar el punto que planteo. De todas maneras plantear esta especie de "utopía" -si se quiere- discursiva, sirve para que "caminemos" hacía ella, como una especie de gran propósito para poder así contemplar los fenómenos de la manera mas objetiva posible. Esto lo digo porque de alguna forma u otra la solidaridad y la ayuda como acto en sí se politizaron y se llevaron a la academia y a la política, y volvieron de la palabra "comunidad" -ayuda entre unos y otros-, un concepto político que a lo largo de los años, en occidente, esta bastante desprestigiado: "comunismo".

Temo mucho a los ismos... considero que son la ideologización del conocimiento, es radicalizar la inteligencia y practicarla no a partir de argumentos sino de obnubilados y mediocres juicios propios de quienes sufren disonancias cognitivas, fenómeno psicológico que padecen estos anquilosados mentales que se enaltecen por ser parte de un "ismo", cuando esta corriente (si es que se le puede dar tal categoría) del pensamiento, lo único que hace es generar una opinión masiva que no por ser masiva es cierta; muchas bocas no son muchas premisas; muchos ojos, no son muchas opiniones.

Confundir el elemento cualitativo con el cuantitativo en esta discusión, es decir, creer que por ser muchos están en lo cierto, es el punto arquimédico de la lógica de los "ismos"; es decir, de los que creen en "liberalismos" "socialismos" "cristianismos" y todas estas subdivisiones discursivas que lo único que buscan es enemistar a quienes hacen parte de ellas... asunto apenas obvio, pues representar una idea nos lleva a idolatrarla y allí todo juicio se pierde y el "suicidio filosófico" se gesta en aquellos que creen en su única verdad. Ello, si lo observamos desde un punto de vista estructural (si se me permite) tiene su explicación en nuestra precaria capacidad de observar los acontecimientos, tal cual como plantee anteriormente. La contemplación será la salvación del hombre: la capacidad de observar las cosas desinteresadamente. El problema es que decir esto puede mal interpretarse de una forma brutal.

El problema fue haber hecho del comunismo un fenómeno político, al hacer de un gesto, de un simple acto de ayuda, todo un discurso completamente irrelevante.

¿Posibles soluciones? Ninguna, somos lo que somos por como pensamos y lo que pensamos es producto de como nuestro lenguaje nos permita pensar y mi planteamiento es estructural, más o menos exijo que no se piense la solidaridad, sino que se ejerza su posibilidad a quien libremente desee hacerlo y que no se reflexione nada de ello, más de lo que el acto en sí nos pueda ofrecer.  Si logramos que, antes de "pensar" la solidaridad, logremos observarla desinteresadamente, asumo, con vehemencia, que el ser humano habrá dado un salgo gigante a la más gloriosa e importante independencia: con nosotros mismos.

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