PIROMANIA

Me dieron ganas de escribirte, describirte:

un poema, una canción, medio silbido

pero escribirte, mi amor

¿Cómo no?

si acabamos de ser fuego y vida

si,

tu piel y mi piel

son la distancia adecuada.

Y te pertenecen

todos mis insomnios

todos mis silencios

pues anidas con besos e idilio

cada palpitar.

Y siempre creí

que tu cuerpo es una sinfonía;

siempre creí que tu cuerpo

es una melodía inexplorada.

Melodía

fuego

volcán

¿Cómo no entender

la inmortalidad

de la hoguera?

Roma ardió

Roma ardió y Nerón tocaba la lira 

tu, fuego

consumes todo un imperio

con tus gestos de piromanía

El sutil vuelo del fenix

que sirve como aurora

ha recorrido el cuarto

solo para iluminarte...

Surcar tu cielo

es asunto de seres mitológicos

pues hueles a olimpo

y no cualquier mortal

puede soportar

la ambrosía;

la morada de los dioses
que reposa
en tus cauces

Solo un poeta

puede divisarte.

Solo un poema

puede explicarte

pues la vana esencia de los hombres

su deleite por lo súbito

su afán por lo cierto

no les permitiría entender

el vértigo, la belleza

que producen tus abismos.

Solo relatar la fantasía

podría traducir

la silueta de tu espalda.

La proyección áurea

de tu deseo

que encaja perfectamente

con todas mis intenciones.

Y no me culpes

pues mi propósito

siempre fue

la exquisitez de la utopía

el deleite del delirio.

Y,

acá me tienes,

surcando con alivio

toda tu gallardía,
contemplando con delirio
tanta piromanía...